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1581 Nov. 29 En Alarache empieza el
verano
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En el siglo XVI hubo dos Alaraches. El uno tan cerca de Andalucía, que bastaba asomar al Estrecho, observando el estado del mar, en el Cabo Espartel, para garantizar travesía confortable. Ir de Sanlúcar al otro Alarache, con buen tiempo y viento favorable, era viaje de 25 días. Cambiante el tiempo, se cargaba despensa para tres meses.
Prisión de D. Sebastián Alarache, Alonso de Guzmán, que visitó al "cautivo portugués" por real orden, llevando tres pilotos "de la barra del río de Alarache”, el uno procedente de la plaza de Mazagán, Aspirante Felipe II al trono del ausente, no había terminado . 1578, cuando pidió por primera vez al Xarife Hamete, la entrega de los "huesos" de un rey, que sabía en vida, sin reparar en que la cuestión competía a D. Enrique, rey de un Portugal independiente. Prohibido por el Corán matar al enemigo prisionero, el Austria intuyó que Hamete quería respetar el mandato. Y la ayudo a soslayarlo, facilitando entrega del huésped con la plaza, por vía de trueque ventajoso.
Propuso cambiarla por Mazagán, de la que aún no podía disponer, por pertenecer a Portugal, suponiéndola apetecible, por estar en puertas de Marruecos. Y subió la puesta sumando Arcila, ubicada en el reino de Fez, igualmente ajena. Tanto era el interés del Austria por librase del fantasma, que a punto estuvo de pasar a mayores. Intuyéndolo Hamete, fingió ceder sin intención de hacerlo, dando largas. Con la tropa en pie de guerra, dispuesta para ocupar la plaza, el Austria se vio en situación de justificarse de fronteras adentro. Declaró primordial para la seguridad de Castilla, la incorporación a su corona del “puerto, pueblo y fuerte de Alarache" , albergue de corsarios, que infestaban las rutas y mares de Indias.
El billete, dirigido por alcalde de Tetuán al de Arcila, anunciando que tenía a D. Sebastián prisionero, llegó al rey por mano de Alonso de Guzmán. Estar informado le hizo la persona idónea, para recuperar los "huesos". A 29 de noviembre de 1581, suponiendo inminente la entrega de Alarache, con preso incorporado, Felipe II escribía : "se acuda al reparo de la fortificación conforme a lo que os hemos escrito y arriba decimos, sin que se aguarde para lo de la dicha fortificación al verano, pues como sabéis, de aquí adelante lo es en Berbería". La Berbería donde se encuentra el Larache del Norte de África, está en el hemisferio Norte. Es decir en que noviembre, el otoño avanza hacia el invierto. Pero al sur de las Américas, lo que se acerca es el verano.
El envió de ingenieros a “reconocer” Alarache, disfrazados de marineros, es indicio de que el de que el rey perdía la paciencia. En 1582, el duque de Medina Sidonia describió el ultramarino: "la plaza que llaman fuerte está tan mal parada, que para defenderla será menester hacerle luego algunas cosillas y en la villa todo lo necesario para mantenernos, mientras se hace la fortificación principal. Lo cual habrá de ser, a mi juicio, cercándola de nuevo con una trinchera vieja, sirviéndonos para alojamiento del lugar y para plaza de armas de todo el espacio que entre el y la trinchera que de nuevo se hiciere hubiere. Y por ventura, habiendo de meter, dentro el padrastro, que la relación de Juan de Larrea dice que hay, a la parte de Levante, aunque sea dejando fuera y derribada una parte de la villa y quizá habiendo de hacer otro fuertecillo, en la cumbre del padrastro". Al no utilizar los naturales cal ni teja, se utilizaría adobe o lodo, reforzado con "fajina".
Todo en orden, el Xarife no entregó Alarache, pero prometió, en compensación liberar a los cautivos de Alcázarquivir. Entregados a Diego Marín en 1583, los repartió en tres barcos. A su llegada, Felipe II perdió prudencia. Al manifestar su decepción, comprobado que "Alarache" no figuraba en el lote, lo presentó como objeto transportable. Un segundo ingeniero disfrazado de marinero, visito Alarache. Ocupaba solar de 170 por 280 pasos, protegiendo el puerto fortificación insignificante.
Decidida la ocupación por las malas, de no haber estado la plaza en Indias, los 10.000 ducados destinados a gastos menudos, no hubiesen sido librados por la Casa de la Contratación.. Al frente de la operación el Adelantado de Castilla, Conde de Santa Gadea, Felipe II volvió a errar. Trabucando los tiempos, recordó que mandó a Gasparo Corso y Diego Marín a la corte de Moluco, para ofrecerle Mazagán, con Arcila, por aditamento, a cambio de "Alarache", olvidando Moluco murió de muerte natural, ante su tienda, el 5 de agosto de 1578, subiendo a caballo para dirigirse a la batalla, que costó el trono a D. Sebastián.
Mal informado debió zarpar el Adelantado, pues desembarcada tropa lucida, al término de travesía, breve en exceso, no tardó en intuir que se había equivocado de Alarache. Sin dar tiempo a disparar un arcabuz, ordenó la retirada, buscando disculpa que justificase el atropello ante el Xarife, sin levantar sospechas. Secreto los preliminares y doblemente el suceso, la historia se abstiene de recogerlo.
Convencido Hamete por Isabel de Inglaterra, del alcance que tendría la aparición, en Europa, de un D. Sebastián redivivo, en 1598 le permitió embarcar en "navichuelo inglés" , que tocó en Sale. Arribado al Támesis pasó a París, reuniéndose con los de su partido. Planificada la entrada del rey en Portugal, embarcó en las galeras de Nápoles, siendo descubierto, apenas desembarcó en Sanlúcar. Siguió remedo de juicio, dirigido por el rey, resuelto en 1603, al terminar el rey "hecho cuartos" .
No tardó en seguirle Abdelquerim. Alcaide de Arcila, que vio a D. Sebastián en Tetúan tras la batalla, era tan peligroso, que Felipe II le recibió en Lisboa, con los brazos abiertos y regalos. Inquieto en vísperas de la escapada, pidió al monarca licencia, para residir en la Berbería de Levante. Al no dársela el rey, Abdelquerim se escurrió, aprovechando la confusión de la sucesión. Temiendo la repercusión de la ejecución del rey, o imaginando haber ajusticiado a un falso D. Sebastián, Felipe III hizo suya la paranoia del padre.
Eliminado el ex alcaide, se empeñó en conseguir Alarache, temiendo que el "cautivo portugués", continuase en la plaza. En 1605 dos ingenieros, disfrazados de boneteros, visitaron la plaza. No debieron dar en la de Poniente, pues encontraron hornos de cal y ladrillo. Más acertado el conde de Puñoenrostro, a cuyo cargo quedó ocupación, en 1607 expuso plan, acorde con la orografía. Protegido el puerto por los fuertes: Castil de Genoveses y Fornos, la bocana tenía 400 pasos, bastando para proteger la entrada barrera de pipas y cestones, guardan la plaza, por la parte, trinchera de 1.200 pasos, cavada "de mar a mar".
En 1610, Hamete, hijo del Dorado y rey de Fez, cerró trato vendiendo la plaza al Austria, con el lastre de 400 casas de moriscos levantinos. Convertida la mezquita en iglesia, los españoles repararon las fortificaciones, construyendo almacenes para poner grano y pólvora, a resguardo de las lluvias.
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Anterior 1578. Río Tagadarte. Sta. Gadea |
Alarache estuvo en la desembocadura de un río Tagadarte, que nacía en una sierra, a 5 leguas, desembarcando en el mimso Cabo Espartel, según el Conde de Santa Gadea. En el cabo de este nombre, extremo del Estrecho de Gibraltar, no hay rastro de que desembocase riachuelo, en ningún tiempo. Ni pudo el río, que desemboca en las inmediaciones de la actual Alarache, albergar navíos de 200 toneladas, pasando los de 100 toneladas, sin dificultad, barra con 5 codos, calado sin enmienda, por tener fondo de arena.
A la dificultad se añadía lo mucho que “enjuga la mar, con el temporal". El "socorro" se llevaba en navíos pequeños, que pudiesen entrar a media marea, "de cubierta", por ser travesía de 20 a 25 días. "Intratable" la costa con mal tiempo, el barco que arribase en invierno, iría "a perderse". Imposible la entrada del río, para las galeras, difícil para todos los navíos, se procuraba que los barcos no entrasen en la ría, trasbordando las mercancías a lanchones, que las metían en la plaza, siguiendo los barcos a la Mamora , adquirida por el Austria del mismo Mahamete, en 1614.
Sofrenada de moros en 1619, indica que las costumbres en las plazas españolas, fueron las que observaron los portugueses en las suyas. No habiendo labranza ni ganado en el término, guarnición y residentes se abastecían en mercado, al que acudían los moros del contorno, con los productos de su crianza, siendo primer aviso de ofuscación con los castellanos, la desaparición de proveedores.
Desaparecieron antes que los reyes de Fez y Marruecos, atacasen la Mamora. De Alarache se ocupó el Morabito de turno. Capturados de 70 cristianos, al termino de la jornada se igualó el rescate, en 800 reales por cabeza. Perdido el navío que traía el dinero, la corona olvidó a los cautivos, pero no sus compañeros. Manifestada solidaridad y protesta como en todo tiempo, pancartas incluidas, el gobernador calificó la algarada de conspiración, haciendo arcabucear a dos soldados por el ejemplo. Consiguió que el grueso de la guarnición se pasase al "moro", cambiando el Evangelio por el Corán. Tan lamentable resultado, aconsejó abrir investigación. Encomendada al siniestro Jerónimo de Villanueva, al no querer castigar a los jefes, alegó que estando Alarache "en parte tan distante", no se podría rematar la causa, al ser imposible hacer las "probanzas".
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1581 Agosto 30 Felipe II sitúa los astilleros en Sale. Traen la madera ingleses y franceses. Líneas hológrafas del rey |
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1581 Diciembre 5 Mateo Vázquez al duque de Medina Sidonia |
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1582 Enero 13 El duque al rey. Sobre el maderamen para barcos, que se llevó a al río de la Mamora o de Sale |
La historia identifica Alarache o Larache con la Lixus fenicia, ubicada en el Jardín de las Hespérides, que Caboto y Oviedo, identificaron con América. Albergue de corsarios, conquistada por Alfonso V Portugal, lo recuperó Mahamete, en el siglo XVI. Adquirida la plaza por Felipe III, la perdió Carlos II en 1689, a manos del último emperador de Marruecos. Alarache estuvo a 15 leguas de la Mamora , en unas Guayanas que formaron el reino de Fez, probablemente en Cayena o sus inmediaciones. Roma la incluyó en la "conquista" de Portugal, que Castilla se adjudicaba, incluyéndola en Nueva Andalucía.
A cuatro leguas y otras tantas horas por mar, de Alarache, hubo una Arzila o Arcilla ribereña. No tuvo puerto pero sí embarcaderos, capaces para chalupas: Benaceyte y Venado. Conquista de Alfonso V, asolada por los Utasi a principios del siglo XVI, perdida por Portugal en el curso de la campaña de Mahamete, el interprete Pablo de Santa María presumía de haberla entregado al rey D. Sebastián, sin derramar una "sola gota de sangre" .
Ofrecida por Felipe II en lote con Mazagán, a cambio de Alarache, en el proyecto de conquista de la plaza, pergeñado en 1584, Pedro Venegas, futuro gobernador de Alarache, aguardaría en Arcila, con gente de guerra, a la espera de ser llamado. Arcila se perdió definitivamente entre 1587 y 1588, probablemente por abandono, pues los portugueses arrastraron con los cañones.
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1582 Situación de Alarache. Construcción de adobe. Cal y ladrillo |
Muley Hamete, otro rey de Fez, ofreció a Felipe IV Arcila, en lote con Salé y licencia para hacer fortaleza en Tetuán. Aficionados los reyes a sumar territorios, quiso comprar, pero se opusieron sus consejeros. Forzando a la opinión por el miedo, el monarca hizo correr que el Xarife artillaba la plaza, con intención de entregarla a los turcos, como futura base de bergantines de remos, “estancos”, invención reciente, que ponían en aprietos a los grandes galeones, haciendo de Arcila "ladronera" , añadida a la de Sale.
Olivares se inclinó al regio deseo, pero el duque de Medina Sidonia , de turno en 1634, consultado por la forma, argumentó sólida opinión en contrario. Siendo Arcilla playa, en la que no se podían albergar navíos de alto bordo, los corsarios acogidos a plaza, podrían robar el barco suelto, pero no molestar a flotas.
De querer el rey limpiar el Caribe de corsarios, bastaría permitir que llegando la Armada del Mar Océano a la Margarita , continuase limpiado las costas de Berbería, como lo hizo Fadrique de Toledo, siendo general. Arzila se asocia con la Zilis púnica, Idrissa para los musulmanes. Los restos de la vieja Arzila, se encuentran en el interior de Marruecos.
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1582 Instrucciones para la jornada de Alarache |
A 15 leguas por tierra y 20 por mar de Alarache, estaba la Mamora. Los barcos del socorro seguían de Alarache a su puerto, rematando la travesía, a partir de Sanlúcar, en unos 25 días. A oficiales del Almirantazgo, que visitaron la Mamora , les asombraron los muchos corsarios, que encontraron en las inmediaciones del puerto de Berbería, más próximo a las costas de España, en distancia - tiempo.
Su puerto estaba en la desembocadura del río más caudaloso del reino Fez, alimentado por ríos importantes que fueron sus afluentes. Con capacidad para albergar más de 1.000 navíos, la "boca" del puerto tenía “un tiro de arcabuz”. Profundas las aguas en la ensenada, hubiese podido albergar galeones, pero barra con 5 brazas de calado en pleamar, que se reducían a 3 o 4, a media marea, entraban con facilidad embarcaciones de 100 toneladas, haciéndolo hasta de 250, aprovechando la marea. De arena, la canal cambiaba con los temporales.
Los barcos más adecuados era los de quilla larga, capaces de "alcanzar" dos de las tres olas, que “hacía la mar en la barra". En temporal "embebía", quedando tan "poca agua", que los cascos tocaban el fondo.
Imposible desembarcar en la “costa de la mar”, por no haber ensenada, había que pasar la barra, para bajar a tierra. El mejor desembarcadero estaba en punta de arena, de aguas "profundas” y “subida razonable". Para cerrar el puerto bastaría hacer fuerte en el "morro", del que partía el camino de la Alcazaba de Salé, a 5 leguas. Y torre en la ribera frontera, obra sería de poco costo, pues como en el resto de la costa, no faltaba piedra para sillares y cal.
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1584 Vecindad de Marruecos, Arcila y Azamor |
Junto al camino de Salé se apreciaban los restos de la fortaleza de Arguim. La construyó Enrique el Navegante y dio el primer nombre a la Casa de la Contratación portuguesa. Aduana y centro de exportación de oro, esclavos, azúcar y especies, en 1582 albergaba alcaide, siendo albergue de Muley Daud, residuo de la dinastía reinante en Marruecos, defenestrada por el primer Mahamete.
Concedido el término en señorío del conde de Tourigia, la perdió su alcaide a manos de vulgares piratas. Olvidada, Luis Fajardo, que ocupó la Mamora en 1614, tomó posesión de Arguim, considerando que entraba en el lote. Según la historia, estuvo en la Costa de Guinea, en un Cabo Blanco, que la geografía oficial identifica con el Cabo Blanco mauritano. No habiendo huella de construcción en aquel desierto, se supone que quedó en banco de pesca.
Los avisos con destino a Mazagán y Marruecos, transitaban por la Mamora , siendo frecuente que su río se confundiese con el inmediato de Salé. Independientes, desembocan en la misma bahía. De Mazagán avisaron que ingleses y franceses hacían 8 galeras para el Xarife, habiendo acudido a la ayuda de holandeses, para transportar la madera. Enterado Mateo Vázquez, lo puso en duda.. Habiendo en África buena madera y sobrada, no era razonable que se dilapidasen tiempo y dinero en transportes materia primas, por ser lo razonable proveer el tajo de técnicos y herramientas. Ubicado el astillero en el Río de Salé, un segundo aviso lo situó en el de la Mamora. Para salir de dudas, el Austria ordenó mandar espía, disfrazado de bonetero o pescador
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1580 Arguim que es una costa con Guinea, C. Blanco y C. Verde |
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1582 Arguim tenía alcaide y refugiado político |
No habiendo encontradoen Alarache rastro de un D. Sebastián, debidamente muerto, Felipe III se encaprichó de la Mamora , puerto inmejorable en lugar deshabitado, quizá debido a la proximidad de la ciudad y alcazaba de Salé. En 1612, declarada la peligrosidad de una "ladronera", con capacidad para albergar 1.000 navíos, callando que acogía una docena corsarios, la mitad ingleses, reuniendo excepcionalmente 20 velas, se decreto la operación de cegar el canal, bajo la dirección del ingeniero Carro Martínez, veterano de Flandes, que no estuvo en Indias.
Escuadras de la Armada del Mar Océano hundieron dos urcas de 200 y 700 toneladas, cargadas de piedras y hormigón. Vaticinó Alonso de Guzmán que al ser el fondo de arena, la canal ganaría calado. Se hizo a la mar navío, supuestamente atrapado, mandando el Austria mandó sondar la barra. Enviados pilotos especializados, pudieron hacerlo sin miedo a las pelotas, disparadas desde tierra, pues no les alcanzaba. La barra tenía un codo más de fondo.
Próximo aquel Marruecos a las Indias, corrió rumos de que Cidam armaba 6 barcos y 2 pataches, con dotación de 700 hombres. Se proponían ocupar San Juan de Ulúa, puerto de Nueva España, con ayuda de los holandeses. No apareció la armadilla, ni se puso el puerto en defensa, pero el susto ayudo a crear opinión, justificando la adquisición de la Mamora.
Acosado el rey de Fez, aliado de Felipe III, por su hermano Cidam, partió desde el trono el rumor, que de ganar la guerra el rey de Marruecos, metería a los turcos a las puertas de los reinos de España. Jugando a dos banda, Felipe III le ofreció Mazagán, a cambio de la Mamora , suponiendo que al estar la plaza a 25 leguas de su capital, la preferiría a puerto despoblado, en el lejano reino de Fez.
No escuchó Cidam la oferta, pero encandiló al Capitán Baax, corsario inglés. Prometió entregar la plaza, de ser debidamente recompensado. Considerada la oferta, el Presidente de la Casa de la Contratación embarco en saetía, disfrazado mercader, con 60.000 ducados destinado al corsario, procedentes de la “avería” . Y autorización para subir la puesta.
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1610/11 Descripción de Mamora |
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S.F. Las aguas arruinaron buena parte del fuerte de la Mamora |
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Sin fecha Al secretario Anaya. Como dijo el Guzmán, las "aguas del invierno" arruinaron el fuerte |
Ignoro la incidencia de la intervención de Baax. Lo cierto es que Muley Xeque, tras recuperación militar, murió en octubre de 1613. Quiso Felipe III reanudar conversaciones con su heredero, Abdalá, sobre la cuestión de la plaza, pero no se mostró receptivo. En 1614, habiendo zarpado con destino a la Mina , con la misión de destruir la fortaleza, que hicieron los holandeses en Bouré o la Mina , Luis Fajardo con la Armada del Mar Océano se desvió en ruta, tomando la Mamora con los restos de fortaleza portuguesa en el camino de Salé, que era la de Arguim.
La intervención de la Armada del Mar Océano, la Armada Real de la Guarda de Indias, los Galeones de la Plata , las compañías del tercio de la Armada de la Carrera de Indias, se encargaban de la defensa de Indias, en la que estaban comprendidas las Canarias, las plazas y la costa de Berbería, financiando los gastos la “avería” , a través de la Casa de la Contratación.
Civiles armados, en principio para salir a los rebatos y defender su propio término, los milicianos de los pueblos eran llevados a Cádiz en las urgencias, para guardar la ciudad, embarcando en ocasiones voluntariamente, para ir a esperar a la flotas, servicio breve y bien pagado.
Cuando lo fueron para el presidio de la Mamora , protestaron y protesto el señor,. Recordando que era ilegal arrastrar a su vasallos a una plazas, de las que no podían regresar por sus medios, sin que hubiese fecha señalada para hacerles regresar.
Mal famados los presidios, se nutrían de condenados por los tribunale y soldados. Necesitada la Mamora de 800 hombres, rara vez se reunieron 500, alojados en lamentables condiciones. Sin camas, mantas ni albergue, en un clima húmedo, sometido a temporadas de lluvias torrenciales, comida escasa y retraso en la pagas, al ser bien acogido el español en tierra de moros, se sucedían las deserciones..
En 1620, alarmaron 200 barcas de remos, que se preparaban en Flagelinas, para desembarcar en "los ríos" con ayuda del rey de Marruecos, Fadrique de Toledo, Capitán General del Mar Océano, quien mandó a la Mamora y Alarache, al Marqués de Santa Cruz de turno, con 4 galeras de la Armada Real de la Guarda de Indias, por lo que pudiese suceder.
Los Guzmanes pidieron repetidamente, que la Mamora se abriese al comercio. Poner aduana en la plaza, la haría atractiva a los mercaderes, cambiando pérdidas constantes en beneficio, garantizando el comercio con Salé, despensa nutrida con ahorro evidente. Aceptó Felipe IV en 1625, siendo el efecto inmediato. La población asentada en el entorno de la plaza, creció, produciendo la aduana un beneficio 10.000 ducados, siendo el primer año en que la población no pasó hambre, pues se compró bacalao de Terranova en Salé.
Animado por el éxito, Olivares hizo de la Mamora puerto franco, pero cometió el error de hacerlo obligado, conminando a transitar por la plazas, a cuantos europeos practicasen el import-export con Berbería. Desobedecido porque lo son cuantos se imponen, los de la plaza vieron pasar velas francesas, que iban y venían a Fadala o Anafé, en busca de grano, sin acostar.
Mejor puerto el de Mamora que los de Salé y la Alcazaba de Salé, al estar despoblado, desde que se arruinó Arguim, las única señas de identidad son el amplio puerto, la barra del río, la punta de arena y el alcornocal del Cerro de Pedro. Los castellanos talaron el campo a la redonda, para evitar sorpresas, pero respetaron la arboleda, algo apartada, que les proveía. de leña.
Improvisado el primer fuerte, con las murallas prefabricadas de madera, que cargó Fajardo para combatir la torre de Bouré, el definitivo, que habría de proteger la plaza de los "bárbaros aláraves", se proyectó en piedra. Corto el presupuesto, quedó en fortaleza de madera, rodeada por muralla de fajina o adobe. Alonso de Guzmán advirtió que el conjunto no soportaría las lluvias torrenciales, típicas de la Berbería , dándole la razón las primeras tormentas.
Arruinados varios paños de muralla, el fuerte de Ntra. Señora de las Nieves se derrumbó en el foso, con la artillería. No mandaron de la península herramientas y oficiales, pero sí tablas, rodrigones de pinos, clavazón y 200.000 ladrillos, que serviría para reforzar las esquinas y “cordones” de la muralla.
Reparados los destrozos, se produjo la ofensiva de 1619. Los reyes de Fez y Marruecos, reunidos a 5 jornadas o 150 millas de la plaza, bajaron por las dos orillas del río. Derribada la torre de San José, que protegía el pozo de agua potable, situado fuera de la muralla, quemada la plataforma de la artillería, rebasadas las trincheras, la muerte repentina del rey de Fez, salvó a la plaza. Reparados los destrozos, otro Guzmán pronosticó que de no construir en piedra, las lluvias harían constante el chorreo de materiales y dinero. Pero en Castilla juzgaban el clima por un sol tan fuerte, que abría las maderas de los barcos. Motejada de exageración la advertencia, la mejora se redujo a reforzar el adobe con ladrillos.
En 1634, la lluvia destrozó las estacadas. Hundida la plataforma de Santa Ana, la artillería paró otra vez en el foso. Habiendo diezmado una epidemia a la guarnición dos años antes, quedaban tan pocos soldados, que los civiles, residentes en el arrabal, hacían las guardias. El desastre se aprovechó para mejorar las instalaciones, dotando a la plaza de albergue para la tropa, tahona, hospital y almacenes.
Frágil la construcción, en 1640 se llovían tanto los tejados, que no había donde guardar las pipas de harina, bizcocho y pólvora. El gobernador pidió tejas y cal de urgencia, advirtiendo que de retrasarse no servirían de nada, pues las lluvias del invierno, impedirían hacer la obra. De haber estado la Mamora en la costa atlántica del Marruecos actual, esta descripción de la meteorología, no sería posible.
Cada vez peor visto el gasto hecho en las plazas, Felipe IV reanudó la "campaña del miedo", publicando que de perderse la Mamora se volvería a "perder España", pues cuanto se trajese de Indias sería robado, corriendo las Canarias el riesgo de perderse.
Hoy se llama "Mamora" bosque de alcornoques, alejado de la costa, situado al sur del Larache marroquí. Junto al mar se encuentra Mehdiya, ciudad con khasba y mezquita, anterior al siglo XVII. No hay río, siendo identificada con la Thymiaterion de Hannón, que más probablemente estuvo en el solar de Salé, origen por extensión, de la Rabat del otro lado del río. Se dice que tribu beréber, ocupó el término en el siglo X. Fortificada por el almohade Abd el Mumen, la llamó Mamora o "la muy poblada".
Fez la Nueva fue fundada en 127,6 por el segunda Benimerin, a dos millas de la capital de Tremecen, en el emplazamiento del real de sus tropa. Ciudad interior, cabeza de Mauratania mientras reinó la dinastía de los Benimerines, el Rio Orga, afluente del río de la Mamora , lamía sus murallas, moviendo la piedras de molinos famosos. A 40 leguas o 6 jornadas de la Mamora , de "camino llano" y confortable.
Según el Conde de Santa Gadea, la "laguna" de Melilla estaba a 40 leguas, en dirección opuesta a La Mamora. Deshabitado el entorno, no es posible identificarla con la albufera de Nador, pues la ciudadela de Melilla fue construida en 1497, estando la plaza poblada en el soglo XVII. León el Africano sitúa Fez la Nueva a dos millas de la Fez , que admiramos, fundada en el 818. Entre ambas discurre riachuelo, llamado Río de los Esclavos, que desemboca en riachuelo similar. Pese a ser falsa la ubicación, puede que la ciudad construida en adoba, dotada de mezquitas, escuelas y baños, con nutrida representación de genoveses, sea real.
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