Las plazas del Xarife

Los dos Salés "con el río en medio", son “escalas de mercadores”, en provisión de 1475. El Fez del siglo XV, comprendía conjunto de reinos, poblados por beréberes y mauritanos: Marruecos, Tremecen, Sus y otros reinos menores;

Hamete fue rey de Fez a la vieja usanza. Conquistador de Guinea, repartió coronas entre sus hijos. Bufares rey del Sus, no tardó en perder el reino y la vida. Muley Hamete, rey de un Fez que comprendía las actuales Guayanas, mantuvo guerra interminable con su hermano Muley Cidam, rey de Marruecos.

En 1607 Mustafá, bajá de Cidam, cortó el río de Salé por "su parte", en tanto Abdala, príncipe heredero de Fez, entraba en Marruecos por Messena. Alejado el escenario de la contienda de Alarache, al no haber tropas en el entorno de la plaza, se aconsejó a Felipe III tomar la plaza. Perdida la oportunidad, al año siguiente quiso reproducir la situación, quemando los campos de Temesena, para atraer a los ejércitos en liza. Renunció temiendo que la intervención de tercero, favoreciese tregua entre los hermanos.

En 1610, Cidam entró en Sale, provincia de Fez. Coincidió la estancia con la llegada de los "andaluces" o moriscos expulsos. Hermanos a los que no podía rechazar, pero portadores de costumbres extrañas, eludió problemas concediéndoles la Alcazaba de Salé con su puerto, para gobernarse. Próximo estaba el Río de la Mamora , abocado a ser frontera. Lo fue de la Guinea , con el conjunto de Cabo Verde, Porto Santo y Arguim, de los reinos de Fez y Marruecos.

Estando Felipe III en Lisboa, en 1619, el intérprete de "lengua hebrea" Pablo de Santa María, que entregó Arcila al rey D. Sebastián, sin derramar “una sola gota de sangre” , ofreció a Felipe III la Alcazaba de Salé, a medias con Cidiyza Xarife, intérprete de lengua arábiga, supuesto portavoz de los 13 jeques “principales” , con plan de ejecución adjunto. Cuatro navíos de la Armada del Mar Océano, enarbolando bandera holandesa, disfrazados de mercaderes, llevando " algún tabaco", bonetes, aguardiente y lienzos o lencería para trocar, con 500 soldados escondidos bajo la tilla, entrarían en el puerto de la “la ciudad de Çale o la Alcazaba ”.

1639 "Andaluces" de Sale
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1619 Fadrique de Toledo. Opinión
General de la Mar y Costas por S.M. Imperial el rey de Fez

El día en que se celebrase boda de campanillas programas, a la que asistiría toda la población,, Cidiyza les daría las tres llaves de la ciudad, une de madera, como la de Turtuma que guardaba el III duque de Medina Sidonia, o las que usaban los aztecas, según el P. Sahagún. Cuando se animase la fiesta, abrirían las puertas, ocupando la ciudad

Entre el mar y el río, la Alcazaba dominaba la ciudad. La protegían tres murallas concéntricas de adobe, cada una con 40 piezas de artillería, de tipo "antiguo”. A un cuarto de legua había fuente innecesaria, pues cada una de las 600 casa tenía pozo, de agua "excelente". Ocupadas 211 por "gente casada y pudiente" y 75 por viudas pobres, revela vacío, que indica decadencia. Una cuarta muralla protegía arrabal con 100 casas y pastizal, con cabida para 3.000 cabezas de bovino. La ciudad estaba en la otra orilla. No había pozos, abundando fuentes. Su puerto, peor que el de la Alcazaba , albergaba siete u ocho navíos de corsarios, entrando hasta de de 200 toneladas.

Al medir su grandeza en parámetros de cantidad, Felipe III se encandiló con regalo. No queriendo perder tiempo, ordenó a Fadrique de Toledo, Capitán General de la Armada del Mar Océano, ejecutar el proyecto. Replicó que al no tener barcos disponibles, habría que esperar a que volviese, protegiendo a la plata. Sin morderse la lengua, pronosticó que el éxito de la empresa. causaría mayores males a España, que el fracaso.

Costoso mantener un presidio más en "África", el riesgo neutralizado era irrelevante, no siendo Salé puerto, “si no playa abierta", sin abrigo para navíos de armada, acarreando la acción el riesgo añadido, de que el Xarife arremetiese contra la Mamora y Alarache, recuperándolas de necesidad, pues no tenía guarnición, armas ni despensa, para resistir un sitio.

En este punto la discusión, los jeques de Salé, en cuyo nombre habló Cidiyza Xarife, se dirigieron al Austria, pidiendo que abriese la Mamora al comercio, con promesa de facilitar el rescate de cristianos, animando el mercado con esclavos propios. Comprendiendo que nunca pensaron en entregar la Alcazaba , Felipe III renunció, consintiendo a Fadrique de Toledo que la Armada del Mar Océano, pudiese rebasar las Islas de Barlovento, límite de la Indias de España, para seguir a Levante, limpiando la Berbería. de corsarios.

El mercader Francisco Roque, residente en Mazagán, agente de los Guzmanes en Marruecos y posteriormente de Felipe III, mantenía tan buenas relaciones con Muley Cidam, que estando suspendido el trato con la Mamora y Castilla, le arrendaba el puerto de Salé, almojarifazgo floreciente. Ofrecía géneros  "preciosísimos", a precio ventajoso en relación con Sevilla o Lisboa.

Los Austria combatieron la competencia, con prohibiciones. Sus vasallos podrían comprar, en puerto de moros, bacalao, cáñamo, salitre y cera, pero no aljófar, esmeraldas, oro hilado, especies, pastel y cochinilla embarrilada. Forzados por la veda, los andaluces se hicieron contrabandistas, introduciendo los géneros prohibidos por calas “ocultas”, de las costas de Vejer y Tarifa. Tan público era el contrabando, que lo sabía hasta el rey. Pero no pudo impedirlo.

1619 Oferta y descripción de Sale

 

Terminada guerra sin batallas de España con Cidam, las relaciones se reanudaron, con devolución de dos avisos de 1625, dirigidos a la Casa de Contratación, uno procedente de Nueva España y el otro de Tierra Firme, acompañando carta de hidalgo portugués, caballero de Cristo, portador del último. Veterano de las guerras de Flandes, continuó en las del Marañón. Formando parte de una de las s 8 compañías de la Infantería Española , que cayeron en manos de los holandeses en Cabo San Agustín, consiguió escapar. Acogido en Nueva Andalucía, queriendo regresar a la patria, sin pagar pasaje, se ofreció al gobernador, para llevar el despacho. Atrapado a la salida del puerto paró en Salé, donde quedó cautivo sin esperanza, por no tener posibles.

1637 Piratas de Sale

En 1637, el General de la Mar y Costas de "estas fronteras" por "Su Majestad Imperial" el rey de Fez y Marruecos, alcaide-gobernador de la ciudad, arrabal y xela de Salé, residía en la ciudad de Salé. Al otro lado del río estaba la Alcazaba de Salé, no Rabat, que no ha cambiado de nombre desde el siglo XIII. Ribat o Rabat, con la Fez fundada en el 818, estuvieron en el Algarbe de Berbería, nos en la Berbería , propiamente dicha.

Se identifica la Salé , que está frente a Rabat, con Chella, puerto fenicio del siglo III a.C. Heredado por los cartagineses, acuñó moneda en el siglo I. Según las crónicas, el hijo de Marín, último adelantado del Algarbe de Berbería, fundador de la dinastía de los Benimerines, se alzó como señor de Ribate. De ahí que no se confunda la tradición, al suponer que Rabat fue la Salé de los Beni Ifren o Ifrani, fundada en el siglo XI.

Controlada la ciudad de Sale por la tribu Berghuta, antepados de los almorávides, inventores de los "monjes soldados", en torno al 1058, fue ocupada por cristianos o “nazarenos”. La recuperó el emir Abu Yahia, por el 1249. En 1260 la saqueó el Almirante de la Mar de Castilla, Recuperada por Abenyusuf como ciudad abierta, las murallas de la Alcazaba , fueron efecto de la entrada de los cristianos.

El año 1610, obligada España a renunciar a su carrera expansionista, los que practicaron el corso protegidos, por diferentes potencias, dejaron de ser políticamente rentables y hubieron de reciclarse. Los que no quisieron cambiar de empleo, se transmutaron en piratas, al margen de la ley. Queriendo librarse de unos mercenarios, que trabajaban para ellos, Inglaterra, Francia, Holanda y los Países Hanseáticos, se coaligaron contra un gremio, que interfería el comercio.

Rentable solventar un problema de origen político, por medios políticos, el inglés Roger Milton visitó Mogodor y otros puertos del Xarife, consiguiendo que la mitad del gremio se reciclase, a cambio de amnistía y licencia adjunta para disfrutar lo robado. Añ regresó hizo escala en Andalucía. Prestando al duque de Medina Sidonia autoridad que no tenía, le pidió que España ingresase en la liga.

No estando facultado para tratar la cuestión, el Guzmán remitió a Milton a Pedro de Toledo, Capitán General de las Galeras de España, con sede en Puerto de Santa María. Al saber Felipe III que la vigilancia de los puertos tocaba a la rebelde Holanda, rechazó la invitación por vía de hecho, haciendo capturar barco inglés que regresaba de Safi, so pretexto de llevar mercancías de origen americano, contrabando en opinión del rey de las Españas, porque se adjudicaba el monopolio de cuanto producía el continente.

En 1616 el "caballero" francés Francisco Lorme, pirata profesional, arribó a España vía Ceuta. Personándose ante el rey, ofreció en nombre propio y de sus colegas ingleses "Finquet, Guestienque y Joan Enbusgues" , retirarse de la profesión, entregar armadilla de 15 navíos "gruesos", de 300 a 400 toneladas, con los tres pataches de 40 toneladas, que formaban tres escuadras de cinco velas, con base en una isla de Mogodor, que fue la de Maracá.

1619 Carta de Felipe III sobre Lorme

Con 12 años de actividad a la espalda, habiendo tomado presas de "consideración", a las flotas de las Indias y Brasil, que comerciaban en los puertos de Magador, Safi y Salé, los principales de Berbería, pasando los inviernos del sur pescando en "Bacalaos", habían acopiado un millón de ducados. Deseando disfrutarlo en país civilizado, de ser posible el de origen, pedían a cambio de barcos y jubilación anticipada, indulto sin represalias. Aceptada la oferta por Felipe III, Lorme, provisto de cartas y patentes, regresó vía de Ceuta, para recoger el caballo que dejó a la ida, seguro de encontrar barco con destino a la Mamora , de donde podría llegar a su isla sin dificultad.

Las fuentes callan el final de la historia, pero dejan claro y definido que la Mogodor de Lorme, no tiene relación con el puerto de Mogodor, situado junto al Cabo de Aguer, límite de la "conquista" de Portugal, que quiso adjudicarse Enrique IV de Castilla, mencionado en albalá de 1463 y acuerdo de 1464, ni con el Cabo de Aguer, "escala de mercadores" en 1475 o la "isla, términos y cabo de Mogodor" , de que tomó posesión Juan de Guzmán, en 1506, como señor de las "Islas del Cabo de Aguer".

En el Cabo, es decir, en. Mogodor o Magador, estuvo la ciudad de Tagaoz,, con la fortaleza de Agaoz, el puerto de Ifini, dotado de mezquita venerable y fortaleza, y la "casa de Agadir", apareciendo incluido, alternativamente, además de en Marruecos, en los reinos de Vutata y Meça. Amplio el territorio del señorío de los Guzmanes, a tres jornadas por mar del Cabo de Aguer, estaba el puerto de Gugarti, donde los naturales permitieron al señor levantar torre. Debió hacerlo, pues en 1509, con motivo del Tratado de Cintra, el Católico se quejó al rey de Portugal, porque alguien permitió hacer torre en el Cabo, provincia en litigio, sin su conocimiento.

La costa de las Islas del Cabo de Aguer, en navegación de cabotaje, más lenta que la de altura, se navegaba en 9 días, lo que representa un distancia aproximada de 300 leguas. Las mismas que Santa Gadea atribuyó a la costa de Guinea, propia del Xarife. El reino de Marruecos, como el señorío, parece haberse extendido de la Punta de Allende o Primera Cruz, límite de Guinea y principio de Brasil, hasta la desembocadura del río Oiapoque. Frontera de los reino de Fez y Marruecos, hoy lo es de Brasil con la Guayana francesa.

Conquistado el Cabo por Alfonso V, Manuel I de Portugal instaló factoría y aduana en Santa Cruz del Cabo de Guée o Aguer. Recuperada por Mahamete, con Mogodor, Magador o Mogolo, el Xarife Hamete hizo de la Casa de Agadir baluarte artillado. Alejó a los castellanos de la costa, cerró el río, porque las pelotas no alcanzaban la canal.

1619 Fragmentos informe de Boot
1619 Felipe III. Mogador en Berbería

En el periodo de la guerras civiles, el alcalde de Santa Cruz, nombre cristiano que parece haber conservado el Islam, ofreció isla y población a Felipe III, a través del francés Roberto Bonifacio, cónsul de flamencos y alemanes en Cádiz. Aceptado el regalo, al oponerse los marinos, el monarca esgrimió el pretexto de costumbre: en construcción fuerte de holandeses en la playa de Mogodor, de permitir que lo terminasen, serviría de base para introducir contrabando en Indias y robar las flotas.

Informe de Santa Gade, abundó en la opinión del rey: la Mamora y Cabo de Aguer eran los mejores puertos del Xarife y los de mayor peligro para España y sus Indias, por estar "fuera del estrecho". En opinión de Alonso de Guzmán, expresada en cartas a Felipe II, de escasa peligrosidad el fuerte de Mogodor, no era mayor la de Safi y Cabo de Aguer en su conjunto, por ser el varadero playa, en la costa “bien peligrosa" para navíos de alto bordo, que no podía albergar armada.

Queriendo saber más , Felipe III pidió información a su embajador en Londres. Hombre de recursos, el activo Conde de Gondomar ,sustrajo informe y mapa de "Magador", cuya copia por desgracia se ha perdido, firmado por Godofroy Boot, corsario holandés, de la secretaría del rey de Inglaterra. El rey envío copia al duque de Medina Sidonia.

El informe de Boot al rey inglés, es florido. Situando la isla en “África” , atribuye su "descubrimiento" a holandeses, lamentando que a causa de tregua, firmada con España, las Provincias Unidas no pudiesen apropiársela, lo que la sitúa en el continente americano. No estando la corona inglesa condicionada por acuerdo alguno, Jacobo I podría ocupar la "Isla de Magador", sin temor a sanción, adquiriendo rada que pondría bajo su control las rutas de la India , Brasil y las Indias, viéndose obligado Felipe III a gastar en más en la protección de continente, de lo que producía.

Prestó Boot a su Isla 50 millas de largo, por otras tantas de ancho. Saludable el clima, la describe como la “más grande y fértil" de las conocidas. Rica en praderas y bosques, regada por "muchas y muy lindas riveras", cuanto “se siembra y planta, brota y crece” . No estar la población maleada por el mal trato de los "conquistadores", se mostraba abierta y acogedora, siendo suficiente tratarla decorosamente, al menos al principio, para que colaborase en el ocupante, facilitando la construcción de tres torres, a levantar en tres meses a poco costo, por no faltar materiales ni mano de obra, haciendo inexpugnable un puerto inmejorable y de cabida ilimitada, capaz de albergar los navíos que fuesen necesarios, para terminar con el monopolio español de las Indias.

No tentó la oferta al rey inglés, aliado natural de España, por ser de origen católico, pero alertó al Austria. En 1619, ubicando la isla en Berbería, por ser el credo señal primera de identidad, en el país de la escolástica, ordenó al duque de Medina Sidonia de turno mandar dos barcos luengos, con pilotos prácticos e ingenieros, a reconocer los puertos de Mogodor y Santa Cruz, sacando “pintura” precisa e información cumplida.

Respondió el Guzmán que bastaba un barco, pues Santa Cruz era población principal e interior, de la Isla de Mogodor o Magador, iniciando pesquisa entre los marineros de Berbería, gremio del que quedaban un resto en Cádiz. Dijeron tener su Mogodor particular , en la misma isla de Maracá, residencia de Lorme. Con cuatro leguas de contorno, y rada de un cuarto de legua de aguas limpias, a la parte que miraba al continente, pescadores y boneteros acudían para dar "monte" o carena a sus navíos, compartiéndola con los corsarios. Cubierta de bosques , abundante en caza y desierta, trocaban algunas mercancías con naturales, que se acercaban con sus canoas.

A la Magador de Boot la llamaban Santa Cruz. Partiendo de su isla estaba a una 30 leguas, la "vuelta" o en dirección a Cabo Blanco. Brava la costa, en los aprietos en los aprietos se metían en ensenada, a la parte de la mar. De media legua de largo y sin bajos, no se acercaban a tierra más allá de las tres brazas de fondo, por no ponerse al alcance de la artillería del Xarife, emplazada en caserón , convertido en baluarte, que estaba en lo alto de ladera empinada. Paredones a media altura, cerraban el paso. Rica en pastos la isla, abundante en ganado mayor y "muy poblada" de alárabes, el trato era escueto, pues únicamente lo que traían bonetes de Toledo, eran recibidos de buen grado.

En mapas actuales se conserva una Santa Cruz, en la isla de Marajo. En su puerto, cerrado a los cristianos, en el siglo XVI embarcaban áloes y avestruces, con destino al de Azamor, puerto de Marruecos, enlazado con Tánger, por barco más o menos regular.

Enterados los profesionales de la adulación, de que el rey deseaba la isla, repitieron que la seguridad de las flotas de Indias, las Canarias y la Mamora , dependía de que Santa Cruz fuese incorporada a la corona de España. Fadrique de Toledo y Manuel Alonso de Guzmán, General de las Galeras de España, en su juventud, desafiaron a la opinión del poder, avalados por la experiencia. Declarando las plazas en general engorro dispendioso y bendición para el país, la pérdida de la Mamora.

A imitación de Alarache, producía gastos sin beneficio, desprestigiando al reino, pues no ofreciendo la travesía dificultad, la guarnición sufría toda suerte de privaciones, debido a la falta de socorros, siendo escandalosamente frecuentes las deserciones, seguidas de conversión al Islam. De prever la situación futura de Santa Cruz, a trasmano, pues para llegar se había de asegurarse “colla” de buen tiempo, siendo rara y "ganar altura", Fadrique y Manuel aconsejaron a coro, que se abandonase el gasto inútil.

Para asegurar las flotas, bastaría permitir que la Armada del Mar Océano, rebasando el Caribe, diese “vuelta a la costa de Berbería”, limpiándola de los corsarios, los que podría hacer con mayor eficacia, dotaban de más y mejores barcos. Formada por cascos vetustos y pesados, el corsario más inepto escapaba con facilidad, estando en sus barbas.

Rectificar no es cosa de reyes. Menos renunciar. Confundiendo autoridad con autoritarismo, por considerar que la enmienda diluye el poder, la cuestión de Mogodor entró en vía muerta, por resistencia pasiva de los ejecutores. Aprovechando aviso del gobernador de Mazagán, que mal informado tomo la fortaleza de Magador, por construcción nueva de holandeses, Felipe III la relanzó.

1620 Informe de los gaditanos. Pescadores de Berbería. Santa Cruz

Se supo que los de Holanda pretendieron el control del fuerte. Se lo negó Muley Abdelmalec, poniendo seis piezas de artillería y guarnición propia. Al permitirles frecuentar sus puertos, abiertos de antiguo a los aliados europeos, el Austria declaró intolerable. que los rebeldes se moviesen a su albedrío, por los puertos de Marruecos.

Buscando respuesta que cristalizase en guarra, ordenó que al regreso de cuatro unidades de la Armada del Mar Océano, que daban "vuelta" por la costa de Berbería, el mejor de los pilotos fuese retenido, para ir al puerto de Magador, con el fin de destruir la fortificación. El encargo, hecho al general Fadrique de Toledo, repercutió en Manuel de Guzmán. Dirigiéndose al rey, explicó que no teniendo la barra "agua" suficiente, para bajeles de alto bordo, y el fondo de arena, era imposible ahondar canal. Por imponente que fuese la fortaleza, construida en la boca del río Aer, no significaba riesgo para las plazas, las costas de Indias, ni las flotas.

Pero Felipe III no se rendía fácilmente. Insistió en que se mandasen tres galeras, a destruir la fortificación, en acto de "guerra preventiva", susceptible de provocar réplica imprevisible, por parte del Xarife. Postergando la operación, el Guzmán despachando barco luengo "bien esquifado", a cargo del capitán Pedro Suárez de Deça, entretenido del presidio de Cádiz, con dos pilotos expertos en la barra de río de Mazagán.

Habiendo zarpado a 26 de julio de 1623, encontró el invierno en la otra parte. No pudo entrar al primer intento, pero sí al segundo, acercándose tanto a la bahía del río “Aer”, que los moros pudieron detenerle, disparando "sus escopetas". Se mantuvieron fuera del alcance de las pelotas, por espacio de seis horas, para sondar la barra en pleamar y bajamar, regresando sin haber encontrado huella de construcción reciente, ni avistado vela holandesa, portando informe escueto: la barra tenía tan poco calado, como se decía.

La construcción de fortaleza, de la que debió formar parte la torre de Macapá, se ubica en 1628. En cuanto a Mogodor o Magador, se identifica con el Mogador de Marruecos, Essauira en la actualidad., en paisaje en que no es posible encajar isla rica en bosques y praderas, surcada por "lindas" riveras. Documentada la fundación de Mogador, se sabe que Sidi Muhamed Abd Allah, rey de Marruecos, queriendo dotar a Marakesch de puerto próximo, eligió saliente rocoso de la costa, con rada abrigada, que las grandes mareas convierten en península, paro no en isla.

Iniciadas las obras en 1760, aseguró la prosperidad de la población, canalizando por su puerto las mercancías procedentes del Marruecos ultramarino: plumas de avestruz o de ñu, azúcar, cochinilla, añil y otros productos de la Berbería ultramarina. Centro de agencias europea, la ciudad decayó, a causa del movimientos independentista americano. Mediado el XX, paisaje de dunas de arenas volátiles y en llanura sin pastos que se identifica con Sus, patria supuesta del caballo berberisco, hizo de Mogador escenario ideal, del cine de género colonial.

Pese a coincidir geología y arqueología, en situar el final del proceso de desecación del Sahara y su costa en el neolítico, la historia se obstina en confundir la Mogodor medieval con el Mogador moderno, haciendo de un trozo de desierto emporio de la caña dulce y el ingenio de azúcar, eclipsado abruptamente y sin justificación, entrado el siglo XVII.

El Oued Ksob, breve y seco la mayor parte del año, discurre a 14 kilómetros de la población, desembocando en las inmediaciones del Cabo Sim. No impidió el presente que crédulo desinformado, rematase la puerta de la khasba con inscripción, alusiva al comercio que mantuvo la ciudad el siglo VIII, con una Holanda, entonces inexistente.

Essauira se identifica con la Thamusida de fenicios y cartagineses, residencia del Juba II de Mauritania, contemporáneo de Augusto. Propietario de industrias de salazón de pescado y púrpura, restos de edificaciones romanas, encontrados en islote próximo, pasan por restor de "fábrica de púrpura", y por prueba de la industria conservera, huesos de ballena fosilizados. En el Bekri, geografía somera, compuesta en el siglo XI, Mogador aparece bajo el nombre de Mogdul.

En 1371 navegantes de Barcelona, naufragaron frente a las costas de Berbería. Capturados por los naturales, les llevaron cautivos a la isla de Mogodor. Conquistada la isla por Alfonso V, la recupero Muhammad el Sayi, en 1541, se dicen tras sitio de 10 años. Siendo puerto de Europa, en 1751 Dinamarca controló un Mogador, por convenio con el Xarife. El Cabo de Aguer, con la aduana portuguesa de Santa Cruz de Cabo de Guee, se sitúa Agadir, justificando la identificación torreón, de época y estilo indefinible. Moderna la ciudad, se supone construida en el solar de la Rasddiv fenicia

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